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“El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca” ― José Martí

sábado, 5 de julio de 2014

¿Por Qué la Tristeza es un Tabú?

¿Por qué la tristeza es un tabú entre nosotros? Cuando alguien nos habla de ella nos incomoda, la evitamos y nos alejamos. Lo irónico es que a todos, más de una vez, nos pasa y nos deja marcas que son irreversibles, memorias que son imborrables, y por supuesto recuerdos de episodios que son de agonía y angustia... ¿Inquebrantables?
Eso no.

Estaba buscando una manera de cambiar mi vida. Porque a todos nos pasa que la monotonía nos ahoga alguna vez; o muchas... Porque cualquiera ha sentido el remordimiento y la atadura... Y la tristeza de una vida que no es vivida como se desea.

¿Te sientes mal al admitir que más de una vez te has encontrado llorando por dentro, o mostrándotelo físicamente, por una razón que te parece sinsentido?

Pero ¿te digo algo?, Sentirte irremediablemente solo, enojado y con mucha ira, no te hace inhumano...

Sí, lo ocultas, como muchos de nosotros; pero no sigas más, no estás del todo solo; en cuanto dejes relucir a la medianoche mientras nadie más te ve ni nadie más te escucha, ese yugo de castigo que te impones por medio de palabras dolorosas y pensamientos suicidas; sabrás que una vez más, estás cayendo bajo el mismo abismo.

La mayoría de nosotros nos vemos a los ojos implorando que seamos observados y comprendidos, abrazados y protegidos por otro par de brazos de igual manera inseguros, solitarios y angustiados... Pero que por la vida avanzan sin saber que el de al lado está muriendo bajo tortura, tortura nada más y nada menos, realizada por sí mismo.

En fin; el dolor se vuelve una ceguera ante nosotros; y el efecto posterior es el sentimiento de arrepentimiento infinito, seguido por un vacío que a pesar de todo, lo tomamos como lo único que nos grita que estamos siendo honestos con nosotros mismos.

Pensamiento tras pensamiento, ideas, sentimientos llenos de soledad; la soledad, dulce y venenosa guerrera... Que como sombra persigue y como espía observa hasta atacar en el peor de los momentos, cuando la vida no tiene sentido, ni nosotros... Es que es así, más o menos, de lo que tratan los episodios repentinos de tristeza... Pero basta ya de eso, que en otra situación cuando lo amerite, hablaré más de ello.

El motivo de este post trata de algo más que eso; una cura, un exilio.


He decidido que en este blog estará la presente página dedicada a todas las visitas y actividades que realice en lugares distintos que sean destinados a la filantropía. ¿Por qué? Porque quiero darles a conocer a mis lectores que más allá de nosotros mismos, y de nuestra agonía, están muchos otros que por igual nos necesitan más o de igual forma de la que nosotros los necesitamos a ellos sin saberlo.

Estaré publicando una serie de reseñas que informen acerca de los lugares, las necesidades, las personas y demás características, así como un testimonio de la experiencia y sentimientos que obtuve y experimenté estando ya en el lugar del que les hablo. Estaré muy pronto publicando acerca del primero; mientras tanto me despido esperando volver a encontrarnos entre los ecos de éstas letras y de nuestra gente.



Les presento a un nene muy sonriente que me encontré mientras veíamos algunas de las artesanías que vende su madre, a orillas de la carretera de Siguatepeque a San Pedro Sula. 








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