El viento sopla contra mi cuerpo penetrando mis lamentos en las tinieblas que pasan. Mis labios susurran que te extrañan; quisiera abatir mi alma contra los intentos que he tratado, arrebatado e incluso insinuado contra la voluntad de mantener mi corazón intacto a tu ser. Mis horas pasan y no sé dónde estás o cómo te encuentro. Quisiera ser la luna, tan distante y tan hermosa, tan sombría con su esencia a frialdad, a coraje, a soledad... Soy como quien huye no por escapar, sino por no enfrentarse a la oscuridad de los deseos, a lo pueril de mis sueños, al miedo de tenerte de nuevo y no saberte valorar.
Dime tú si es razonable alegar contra una rosa la belleza que se extingue al marchitar, o si es un poco necio negarle que su hermosura en muerte y vida es igual. Cuando la naturaleza perpetúa en mi sonrisa y mis lamentos se vuelven cantos de amor... Cada vez que las hojas suelen divagar por los aires y las nubes ocultan las beldades de los sueños que la gente refleja en su mirar... Ahí estas tú, y yo esperandote con la promesa de aquél beso que jamás pudimos terminar.
Dulce piedad que se oculta tras la luz del solsticio y legítima la línea que divide el "para siempre" del "jamás".
Dulce y amarga a la vez, es la verdad....
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“El amor, madre, a la patria no es el amor ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca” ― José Martí
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I love this ♥_♥
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