Hace mucho tiempo, las coca-colas valían menos de
un lempira, los frescos y churros también. Ahora un bebé cuesta 100 y
el orgullo y los valores, menos de tres. En los ojos de hondureñas y hondureños
se ve la angustia, que compartiéndola como un cigarro, carcome por dentro al
que la inhala, matándolo también. No hace poco, las sonrisas de los
niños por las calles abundaban, ahora es todo peligro y temor. La última bala
es la que resuena en el corazón, y no es de plomo, sino de traición. Cada vez
que en los oídos de algún inocente chiquillo, retumba el sonido de un
arma, de una amenaza, de una extorsión o secuestro, es traición a la patria, a
la familia y al orgullo. Cada asesinato es para todos un pedazo de fe que nos
arrebatan, tanto el callar como ignorarlo es también traición a lo que somos
y a lo que debemos defender. Existe traición por miedo también.
Vivimos en un país que ha pasado desde una guerra por el
fútbol, hasta la más grande rebelión... Fuimos conocidos durante
un tiempo como los rebeldes, pero yo prefiero decirnos, los de la revolución.
Somos hondureños y también estuvimos en lo alto cuando nuestro libertadores nos
regalaron la patria y el honor, ¿por qué dejar ahora, que aquéllos que profanan
contra esta tierra, que atacan en contra de su bien y el nuestro, logren vencer
al final? Es una injusticia... Hermanas y hermanos, vivimos una
guerra no declarada directamente pero sí de una manera indirecta, una guerra en
donde luchamos en contra de nuestras más grandes pesadillas y miedos, una
guerra que nos pide que burlemos a la muerte cada vez que salimos a las calles,
cada día de nuestra vida; una guerra que nos incita a escondernos en nuestras
casas por temor, a encadenarnos al conformismo y el pesimismo... Pero yo les
digo a ustedes, porque los quiero, porque amo a Honduras, que esto cada vez se
pone peor y es momento de luchar. Pero no se trata de salir a las calles a
pedir ¨libertad para el pueblo¨ pues libertad en palabras es igual a la nada,
si no hay acción. Para ganar esta guerra habrá que negarnos ante las
tentaciones y mordernos la lengua antes de profanar contra el país... Y habrá
también que pensarlo dos veces antes de pertenecer al grupo de humillantes
personas que en lugar de defender a su nación, prefieren ver
hacia otros rumbos... Sobre todo, habrá que ser valientes para quitarse
estas cadenas que no se ven pero sí se sienten... Y dejad que los malinchistas se
humillen ellos mismos con sus actos de traición al país que siempre los acogió
sin criticarles, pues a los puros y nobles a la patria, tarde o temprano, les
será recompensado y con honores, su leal amor.
Hace mucho tiempo, las coca-colas valían menos de
un lempira, los frescos y churros también. Ahora un bebé cuesta 100 y
el orgullo y los valores, menos de tres. En los ojos de hondureñas y hondureños
se ve la angustia, que compartiéndola como un cigarro, carcome por dentro al
que la inhala, matándolo también. No hace poco, las sonrisas de los
niños por las calles abundaban, ahora es todo peligro y temor. La última bala
es la que resuena en el corazón, y no es de plomo, sino de traición. Cada vez
que en los oídos de algún inocente chiquillo, retumba el sonido de un
arma, de una amenaza, de una extorsión o secuestro, es traición a la patria, a
la familia y al orgullo. Cada asesinato es para todos un pedazo de fe que nos
arrebatan, tanto el callar como ignorarlo es también traición a lo que somos
y a lo que debemos defender. Existe traición por miedo también.
Tezla, me encanta tu forma de escribir. La forma en como te expresas es maravillosa. Estoy muy alegre por vos, por ese hermoso don que tenes. Animo, segui así.. y como siempre digo: Animo, hay mucho que decubrir y aun muchos libros por leer.
ResponderBorrarManuel muchísimas gracias y disculpa que hasta este momento respondo, agradezco el apoyo que me das y con sinceridad te digo que a mi de igual forma me gusta el estilo cómico y a la vez fluido con el que escribes, también me alegra el hecho de que te guste tanto la escritura, tienes toda la razón con tu dicho, sabes que te apoyo en cualquier proyecto. Yo le agregaría a la frase un ¨ y también mucho por mostrar¨...
Borrar¡Mucha suerte amigo! Y a seguir escribiendo.